Además Antonio está en la recta final del curso, y anda todo el tiempo estudiando el pobre (no sé si he comentado aquí que se ha apuntado a Ingeniería Industrial en Almadén, con un grupo de aparejadores que, como él, están parados, y que se unieron a través de su Colegio).
Menos mal que el tiempo ha mejorado considerablemente, y nos permite salir a pasear y a jugar al parque (alguna ventaja tenía que tener vivir en el "extrarradio", las zonas verdes y los juegos infantiles...y esas preciosas vistas del Cerro Socorro y el Barrio de los Tiradores).
A Guille le encantan los columpios, y progresa a pasos agigantados...ya se maneja él solito para atravesar tubos, subir los peldaños de las escaleras y tirarse por los toboganes...Eso sí, de vez en cuando requiere ayuda, se queda atrapado y no sabe cómo salir, y no le podemos quitar ojo de encima porque en esta edad es un PELIGRO hecho niño...
En este tiempo he hecho poca cosa en cuanto a manualidades se refiere, pero aquí os las muestro:
Un monedero vaquero, forrado con tela de rayas, decorado con picunela de color naranja, puntilla y botones. A simple vista se aprecian cosas que tendré que ir corrigiendo, como las esquinas. No me gusta como han quedado, pero como es el primero que hago y no tenía patrón ni nada, me doy por satisfecha.
También he hecho una bolsita de tela para guardar las pinzas de la ropa, aprovechando la mega-siesta que se echó el peque ayer, que como no había pegado ojo por la noche, cayó como un tronco después de comer. Encontré unas cuantas navegando por la red, y me parecieron monísimas, así que dije...¡ ésto hay que probarlo!!, y, "de visu", saqué un patrón y me puse manos a la obra. Lo mejor de todo es que la tuve lista antes de que se despertara Guillermo. Ha quedado "cosa CUCA", ¡y en tiempo récord!. Muy primaveral (la tela os sonará, ya hice un DouDou con ella).
La idea de la cuerda de tender con la ropa de fieltro se la debo a Bea, mi hermana, que hace ya tiempo me regaló una preciosa funda "handmade" para la máquina de coser, que simulaba una casita, con sus ventanas con cortinas, sus macetas, el perro y la cuerda de tender al aire (todo hecho al detalle).
Esta bolsa de pinzas he pensado regalársela a mi profe de Inglés cuando acaben los exámenes, para despedir el curso - no vaya a pensar que quiero influir en las notas-. Me cae muy bien, es una mujer con mucho sentido del humor, madre de tres niños (2 gemelitas y un nene), agradable y muy buena profesora. Hace las clases muy amenas, así que el curso en la EOI se me ha pasado volando.
Es de esas personas que te caen bien en cuanto las conoces, sin que haya un motivo racional que lo explique. Con las que congenias.
Bueno, a lo que voy, ahí esta la bolsita (tengo que buscar una percha que se adapte mejor al hueco, que suba más). A ver qué os parece.
Qué chuladas!!!
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