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martes, 6 de noviembre de 2012

LORY MEYERS

Ayer cuando bajaba en coche hacia la Escuela de Idiomas me apetecía oír música, y casi sin mirar, cogí un CD de la guantera y lo metí en la ranura esperando que me gustara la sorpresa.
Adoro escuchar música mientras viajo- aunque el trayecto sea tan corto como dentro de la ciudad-. Mi hijo ha heredado esa aficción, y nada más colocarlo en la sillita del coche ya está moviéndose y señalando el radio-CD, exigiendo que le pongamos algo para bailar. 
Llevaba meses sin escucharlos, y me hubiera encantado que el viaje fuese más largo para seguir disfrutando su música. Porque acerté en mi elección a ciegas: lo que sonó a través de los altavoces fue Lory Meyers, Hostal Pimodan, y más concretamente las canciones "L.A" y "El viajero del tiempo" (me gusta avanzar el disco y no empezar a escucharlo por la pista 1...Es como el ritual de empezar a leer las revistas por la parte del final). 
A los amantes de la música indie no tengo nada que contarles, porque seguramente ya conocerán este grupo. A los que no hayan escuchado a estos "granaínos" les recomiendo encarecidamente que traten de descubrirlos con cualquiera de sus discos (Viaje de Estudios, Hostal Pimodán, Cronolánea...)
Su estética poppy-- "biteliana" (de Los Beatles) acompaña la voz carrasposa y paradógicamente dulce de Noni .  Las letras originales y profundas acompañadas por una música, unas veces roquera y otras tan naïf como sacada de un cuento, les hacen distintos, y esa diferencia los convierte en únicos. Supongo que será cuestión también de gustos y tengo que reconocer que para mí son una debilidad personal. Pero hay muy buenas críticas hacia este grupo, que ha recibido numerosos premios,así que aplico el dicho que tantas veces le he escuchado a mi madre: "algo tendrá el agua cuando la bendicen"...

Los "Lory" me recuerdan a uno de los primeros viajes que hice con Antonio, a Andalucía 2005, a esa noche de concierto en Córdoba donde disfrutamos tanto con Los Planetas, Julieta Venegas, DomeniqueA...y estos músicos principiantes que salieron a darlo todo en el escenario, y nos mantuvieron embelesados durante toda la actuación. Nos dejaron con ganas de más...
...Y mejor
Pasados tres años, en el verano de 2008, volvimos a verlos en el festival Contempopránea, en Alburquerque...Habían cambiado, y la madurez les sentaba de miedo. Habían mejorado mucho instrumentalmente, y conservaban intacta la energía en el escenario.  Guardo esos cuatro días de música a los pies del castillo, de siestas en la piscina, durmiendo en tienda de campaña- la mítica "Quechua" del plegado "fácil" que volvió a Cuenca sin plegar- , conociendo gente estupenda...como un tesoro en mi memoria, y me encanta recordarlos porque para mí representan de forma clara y tangible el  "etéreo" concepto de la Felicidad. 
Y cuando las imágenes de días tan maravillosos como aquéllos acuden a mi mente, se escucha a lo lejos la banda sonora, y alguna de sus canciones es de los Lory Meyers...y a mí se me ponen los pelos de punta, porque me hago mayor...
Lo noto porque voy viendo que últimamente no hago más que idealizar viejos tiempos, y porque "cualquier tiempo pasado me parece mejor"...


los chicos de la banda, Lory Meyers

1 comentario:

  1. Una entrada muy bonita. No conozco a los Lori Meyers, pero haré por escucharlos. Después de una crítica así entran ganas...
    En cuanto a lo de idealizar el pasado y que cualquier tiempo pasado parezca mejor, decirte que, a mi parecer, el tiempo pasa su filtro por nuestros recuerdos, haciendo que predominen los buenos ratos. Pero eso no significa necesariamente que el pasado fuese mejor. Creo cada vez más en la cita: "There is no way to happiness, HAPPINESS is the way". Así que hay que tratar de deleitarse con las cosas buenas de cada día, y "filtrar", aunque a veces sea difícil, las no tan buenas. Lucha por cambiar lo que no te gusta, pero que eso no te impida disfrutar al máximo el presente. Al fin y al cabo es lo único que tenemos! ;)

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